martes, 12 de abril de 2011

RESEÑA DE LIBROS.

UN CURA DE NOU BARRIS.
Es un reportaje sobre la vida de un 'cura progre'. Un cura de la Trinitat Vella. Un cura que se cuida de los delincuentes, de los niños con problemas y de los jóvenes con inquietudes. Un cura que no les niega su bendición a los homosexuales y entiende que sea la mujer quien decida si quiere abortar o no. Un cura que debajo de la sotana tiene la misma humanidad que cualquiera de nosotras/nosotros. Un cura al que le gustan las mujeres, o los hombres si fuera el caso. Todo lo cual, no sólo resulta tranquilizador, es lo que Dios manda.

Es un reportaje muy bien hecho. Ya sea por la manera de dosificar y empaquetar la información o por la habilidad de servirla 'en línea', galopando sobre los temas y el trajín del día a día, el caso es que el personaje, el Pare Manel, emerge entre el texto no como algo singular, curioso y admirable, sino como la consecuencia lógica de su misión en un cierto entorno social, el nuestro precisamente. Se nota que su autor, Francesc Buxeda, es un profesional de la información, sabe servirla con la espuma justa, cómo los buenos camareros.

Se trata de una libro de Angle Editorial muy manejable y que cabe en el bolso, perfecto para hacer soportables unos pocos viajes en metro. Quince por veintitrés centímetros, ciento cuarenta y dos páginas y diecisiete euracos. Ahí, en el precio, se han pasado. El libro está escrito en un catalán muy de Barcelona, muy asequible para todos, castellanoparlantes incluidos. Sobre todo los párrafos que transcriben las palabras del Pare Manel, cualquiera de Nou Barris reconocerá a 'uno de por aquí'.

El libro termina con un 'muchas gracias' que el autor dirige a su personaje. El detalle deja claro que, de todo lo dicho sobre el Pare Manel, lo fundamental es su realidad viva, su estar en el camino, en la pelea, entre nosotros, cómo nosotros.

Claro que el Pare Manel insiste una y otra vez en que él no pretende convencer a nadie, que su gesto no es propagandístico o 'pastoral', como dicen ellos. Sin embargo, hay algo que si tendría que explicarnos: ¿Que clase de enajenado y enajenante ejercicio mental convierte algo tan irracional como la 'Fe' en la muy objetiva ayuda a un compañero del trabajo o a un vecino del barrio? No vaya a resultar que sea precisamente eso lo que nos está haciendo falta a la gente de izquierdas. ¡Ni que sea una 'miajica' de fe en algo!

Juanma.

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